La ansiedad no está solo en tu cabeza. A veces la mejor manera de tratar la ansiedad, es tratar los problemas físicos subyacentes,
Desde hace tiempo, la tendencia mayoritaria parecía ser la de considerar la ansiedad un problema exclusivamente psicológico. Esta división entre la mente y el cuerpo, como dos aspectos completamente separados de la existencia humana, es una creencia que ha influido en nuestra comprensión y tratamiento de la salud mental y física. Por suerte, la misma se reconoce cada vez más como totalmente desfasada.
Hablando de la ansiedad, podemos reconocerla como un síntoma. Un síntoma que nos indica que algo no está bien. Pero ese algo que no está bien, no tiene por qué ser un aspecto psicológico o emocional. Muchos síndromes puramente físicos, también se manifiestan como ansiedad (entre otros síntomas). Un trastorno generalizado de ansiedad, tiene como síntoma la propia ansiedad, pero también ocurre con ciertos trastornos respiratorios o cardiacos.
En un video del muy recomendable canal Americano Therapy in a Nut Shell , creado por la terapeuta Emma McAdam, nos explican 10 afecciones médicas que imitan a la ansiedad. Si tu lucha personal contra la ansiedad no te está ofreciendo los resultados esperados, puedes reflexionar sobre estas afecciones, y tal vez buscar un análisis y diagnóstico médico.
1-Deficiencias de Nutrientes
La carencia de nutrientes cruciales como magnesio, zinc, hierro y vitaminas B puede ser responsable de la aparición de síntomas que se asemejan a la ansiedad. En ocasiones, el uso de ciertos medicamentos puede interferir con la absorción de estos nutrientes vitales. Abordar estas deficiencias a través de la suplementación o cambios en la dieta puede tener un impacto significativo en la reducción de la ansiedad.
2-Trastornos del Sueño
Los problemas relacionados con el sueño, como el insomnio, las pesadillas y la apnea del sueño, pueden generar síntomas que imitan la ansiedad. Resolver estos trastornos del sueño a menudo conduce a una mejora notable en los síntomas de ansiedad, ya que el sueño es fundamental para el funcionamiento adecuado del cerebro y el cuerpo.
3-Problemas Cardíacos y Respiratorios
Las dificultades para respirar pueden fácilmente confundirse con síntomas de ansiedad, lo que puede desencadenar un ciclo de retroalimentación negativa. Los problemas cardíacos, como las arritmias y la presión arterial alta, están estrechamente relacionados con la ansiedad y pueden influir en su desarrollo.
4-Problemas de Azúcar en la Sangre
Las afecciones como la hipoglucemia y la diabetes tienen la capacidad de desencadenar un aumento en los niveles de ansiedad. Los desequilibrios en los niveles de azúcar en la sangr,e pueden afectar directamente los síntomas de ansiedad, lo que resalta la importancia de controlar y tratar estos problemas.
5-Inflamación Crónica
La inflamación crónica, característica de enfermedades como la artritis y las alergias, aumenta las posibilidades de experimentar un trastorno de ansiedad. Esta respuesta inflamatoria es un elemento esencial en la activación de la ansiedad, subrayando la necesidad de tratar las condiciones inflamatorias.
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6-Problemas Hormonales
Desbalances hormonales, que abarcan desde problemas en la tiroides hasta disfunciones en las glándulas suprarrenales, pueden ser responsables de la ansiedad. Cambios hormonales en las mujeres, como el embarazo y la menopausia, también influyen en la aparición de ansiedad.
7-Lesiones Cerebrales y Enfermedades Neurológicas
Las lesiones cerebrales traumáticas, enfermedades neurológicas como la encefalitis y otros trastornos pueden manifestarse con síntomas que se asemejan a la ansiedad. En ocasiones, se requiere un diagnóstico preciso de salud mental para diferenciar estos casos.
8-Uso y Abuso de Sustancias
El consumo crónico de sustancias como el alcohol, la cafeína y la nicotina puede incrementar la sensibilidad al estrés y provocar síntomas de ansiedad. La abstinencia de estas sustancias también puede tener un efecto estimulante y ansioso en el individuo.
9-Condiciones de Salud Mental Coexistentes
Trastornos como el TDAH, el autismo o el estrés postraumático, cuando no se han diagnosticado adecuadamente, pueden dar la impresión de ser trastornos de ansiedad. A menudo, estos casos son bidireccionales y requieren un enfoque integral para el tratamiento.
10-Cambios Ambientales
En algunos casos, la causa subyacente de la ansiedad no es una condición médica o mental, sino un entorno o estilo de vida perjudicial. Identificar y abordar estos factores ambientales puede ser crucial para resolver la ansiedad.
Busca diagnóstico, pero trabaja en el síntoma
Por supuesto, cualquier condición, ya sea un trastorno de ansiedad, o una dolencia de carácter físico, debería ser tratada con el especialista médico correspondiente, dentro de lo posible. Pero nada te impide trabajar también directamente sobre el síntoma. Recuerda que prácticamente todo en el cuerpo funciona en bucles. Si sufro de inflamación crónica, la misma se puede manifestar como ansiedad. Pero si sufro de ansiedad crónica, también alimento la inflamación. Por tanto trabajar sobre el síntoma de ansiedad a través de Mindfulness, ejercicios de respiración, o ejercicios de relajación pueden ayudar a aliviar el trastorno de fondo, por lo menos a no empeorarlo.

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