"Estrés es: La respuesta no específica del cuerpo, a cualquier demanda ejercida sobre él”
La Historia de Hans Selye
No podemos contar la historia de la investigación sobre el estrés, sin contar la historia de Hans Selye. Hans fue un Médico e Investigador Canadiense, nacido en Austro-Hungría a principios del Siglo XX. En este artículo contaremos la historia de cómo un joven médico inquieto, y no especialmente habilidoso, llegó a convertirse en “El Padre del Estrés”, como aún se le conoce en círculos académicos.
No en vano, fue Selye quién creó la definición del término estrés en un contexto médico: “La respuesta no específica del cuerpo a cualquier demanda ejercida sobre él”. El grueso de esta historia, la sacó de las anécdotas que cuenta sobre Selye, el también investigador experto en estrés Robert Sapolsky. Así que no puedo asegurar que el propio Selye se mostrase conforme con los detalles de esta historia, pero eso nunca lo sabremos, ya que falleció en 1982.
Selye encontró el estrés por casualidad
Cuentan que, durante sus estudios de medicina en Praga, Hans encontró en la biblioteca, por casualidad, un libro sobre medicina del siglo XVII, en el que se mencionaba la “salida de hormonas” en respuesta a las enfermedades. Según dicen, esto lo inspiró a investigar cómo el cuerpo responde a las distintas demandas. El mismo contaba que su interés en la materia, creció al observar las reacciones de su propio cuerpo, cuando tuvo que lidiar con una serie de desafíos académicos y personales mientras estudiaba en Praga.
Ahora el cómo descubrió realmente la respuesta de estrés, es mucho menos romántico, y fuente de la casualidad, como relata Sapolsky. Selye era entonces un joven médico inquieto, ávido por ponerse a experimentar cualquier cosa. Un colega había aislado recientemente una enzima, sin aparente mayor importancia. Selye ansioso por hacer algo, le pidió permiso para investigar sus efectos. Ante la respuesta afirmativa, el joven Hans se puso manos a la obra. ¿Qué iba a hacer con ella? ¡Inyectársela a ratas de laboratorio!
Selye, el torturador de ratas
Según cuenta Sapolsky, el joven Selye era tan intrépido, como torpe manejando el material de laboratorio. Inyectar la citada encima no fue nada sencillo, las ratas se le escapaban, las perseguía, no conseguía inyectarles la solución. Determinado como estaba, lo terminó consiguiendo. Su personal estudio siguió adelante y llegaron resultados. Eventualmente, pudo comprobar que todas las ratas a las que había inyectado la citada enzima, habían desarrollado una úlcera estomacal. ¡Fascinante! Inyectamos una encima que no sabemos ni lo que es, a un grupo de ratas, y les provocamos una úlcera…
Lo interesante llegó al comprobar el grupo de control, a las que se había inyectado un placebo. Para sorpresa de Selye ¡También todas tenían una úlcera! ¿Qué tenían en común los dos grupos de ratas? No era la inyección de esa encima intrascendente… Ambos grupos habían padecido la ya de por sí estresante experiencia de ser inyectadas y testadas, de parte de las torpes manos de Selye, lo cual probablemente lo hizo peor. Ahí nació su, a la postre, acertada sospecha de la existencia de una respuesta genérica, contra cualquier tipo de agresión. A partir de ahí, Selye subió a las ratas al tejado en invierno, las bajó a las calderas para someterlas a calor, las encerró en una habitación con pis de gato, las sometió a toda clase de torturas, en la búsqueda de confirmación de su hipótesis.
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El síndrome de adaptación general (SAG)
Y los resultados le animaban a seguir haciéndolo, ya que fuese cual fuese la perrería que se le ocurría a Hans, las ratas siempre desarrollan una úlcera gástrica. Estos experimentos animaron a Selye a enunciar en los años 30, su teoría del “Síndrome de Adaptación General (SAG)”, aún hoy considerada uno de sus logros más destacados en el campo de la investigación del estrés. Según esta teoría, existe una respuesta genérica (la respuesta de estrés), que el cuerpo ejecuta cuando se ve exigido. No importa el tipo de estresor, frio, calor, esfuerzo físico, etc, la respuesta es siempre la misma.
Selye también desarrolló en esta teoría, las tres fases de la respuesta de estrés, la de alarma, resistencia y agotamiento. La ciencia actual, ha caído en una total falta de unanimidad sobre lo que significa estrés, que en mi opinión lleva a importantes malentendidos. ¿Por qué no volver a la definición original de Selye? Selye intuyó primero, y demostró después, algo que parece que a muchos se le olvida hoy: El estrés es una respuesta genérica, la misma para cualquier tipo de amenaza. En mi opinión esto no debería faltar en ninguna definición de estrés. Entendiéndolo así, se abren muchas posibilidades para trabajar con él.
"El estrés, en sí mismo, no es necesariamente perjudicial. En realidad, el estrés es un factor esencial de la vida. Sin estrés, no habría evolución ni progreso."
El padre del estrés murió de estrés
Hans Selye, un científico genial que sentó las bases de lo que hoy entendemos por estrés hace casi 100 años. Selye fue el primero en estudiar las hormonas catecolaminas, cruciales en la respuesta de estrés. Adrenalina, noradrenalina, o dopamina, han sido ampliamente estudiadas después, per Selye abrió el camino.
A pesar de ello, y más allá de una fama de torpe, o de sádico (seguramente no justificada), hay algunos puntos oscuros en la carrera de Selye. Algunos le echan en cara, el centrarse en los efectos de corto plazo en la respuesta de estrés agudo, mientras pasaba por alto los efectos de largo plazo del estrés crónico. Otros como Sapolsky critican la visión de que la adrenalina se agota, que es la base de la teoría de la fatiga adrenal, de James M. Wilson, y que a día de hoy está mayormente descartada.
La mejor anécdota sobre Selye, se la he escuchado varias veces a Simon Dolan, quien trabajó con el en su juventud. Simon suele contar que el padre del estrés murió por estrés. Por el estrés que le causó la expectativa frustrada, de recibir un Premio Nobel por su trabajo, tras ser nominado al mismo en varias ocasiones.