Encuentra tus emociones para poder regularlas

Encuentra tus emociones para poder regularlas

Conciencia Emocional

Cuando pregunto a mis alumnos y coachees, cómo saben cuándo están enfadados, o contentos masivamente recibo respuestas como: “Porque sonrío; porque hablo de tal manera, porque actúo de otra manera, porque mi cara se pone roja”. Todos ellos son síntomas de la emoción, pero no son la emoción en si misma. Si tienes que esperar a sentir sus síntomas, llegas siempre tarde.

¿Dónde están tus emociones?

Yo mismo perdí muchos años buscándolas sin éxito. Me dominaron como a la mayoría, se alimentaron y enquistaron. Se camuflaron como parte de mí, actuaron por mí, hablaron por mí, reaccionaron por mi… Su poder está claro, pero ¿Qué son? ¿Dónde están? ¿Son una idea en nuestras cabezas? No lo son, la idea, interpretación o racionalización de la emoción, que si es una idea en tu cabeza es un sentimiento. Para que puedas construir un sentimiento, debe haber una emoción subyacente. Piensa que todos los animales tienen algún tipo de emociones, pero no tienen una voz en su cabeza ni manejan ideas abstractas… ¡Eso no puede ser la emoción!

Para regularlas hay que ser consciente

Según Daniel Goleman, el popularizador del término Inteligencia Emocional, la misma está formada de dos ingredientes principales: Conciencia emocional y regulación emocional. No podemos regular algo de lo que no somos conscientes. De hecho, al no ser conscientes de ellas, las emociones nos dominan. Normalmente, para cuando nos damos cuenta que estamos enfadados, ya hemos retroalimentado mucho la emoción, ya hemos dicho o hecho cosas de las que nos arrepentimos. O en el mejor de los casos hemos alimentado el fuego con nuestra narrativa mental, prolongando el efecto de la emoción.

 

¿Cómo ser consiente antes?

Si esperamos a pensar, hablar y actuar de manera enfadada, para darnos cuenta de que tal emoción está presente, llegaremos sistemáticamente tarde. La emoción se manifiesta como una sensación corporal, agradable o desagradable, con mayor o menor nivel de activación. La emoción es una sensación en el interior de nuestro cuerpo. La percibimos a través de la interocepción. Pero como el tono emocional, esa sensación fluctuante pero constante, siempre ha estado ahí, no nos damos cuenta. Esa sensación ya estaba ahí, y ya dominaba nuestro comportamiento, mucho antes de que la mente pensante y el yo psicológico estuviesen desarrollados.

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Los sentimientos homeostáticos

Según dice Antonio Damasio, por motivos de economía, las emociones de los mamíferos aprovechan los mismos caminos que los primitivos sentimientos homeostáticos. Los sentimientos homeostáticos (Homeostatic Feelings) son en palabras de Damasio proto-emociones. El cuerpo nos dice a través de sensaciones que necesitamos beber, o comer, o buscar abrigo. Todos los seres vivos actúan buscando la homeostasis. Si hay menos agua en el cuerpo de la que debería de haber, tienen sed, lo cual los motiva a buscar agua. Las emociones se desarrollaron después, aprovechando los circuitos pre-existentes. Si lo piensas son algo muy parecido, pero más enfocado a reaccionar al mundo exterior. Ej: Alguien dice algo que me ofende, surge una emoción de enfado, para motivarme a contraatacar y defenderme.

Vuelve a tu cuerpo

Los humanos modernos estamos mayormente desconectados de nuestros cuerpos. En algún momento huimos de las emociones y sensaciones desagradables, y nos exiliamos a en nuestras mentes. Puedo decir por mi experiencia como coach y profesor, que incluso los deportistas, que presupondríamos más conectados con sus cuerpos, también tienen muy baja conciencia emocional, y también viven perdidos en sus cabezas.

Por suerte, el exilio mental puede ser un viaje de ida y vuelta. Pero difícilmente va a ocurrir de manera espontánea. La práctica de algún tipo de meditación es la mejor manera. En concreto, los ejercicios tipo escáner corporal, típicos de los entrenamientos en Mindfulness, en los que se recorre con la atención distintas partes del cuerpo. Al recuperar la sensibilidad y reconocer las sensaciones corporales, empezamos a darnos cuenta mucho más rápido cuando una emoción está creciendo, lo que nos da la posibilidad de regularla, antes de que tome narrativa y crezca.

Escáner corporal para principiantes:

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