Psicología y Coaching

Psicología y Coaching

Coaching o terapia

¿Psicología o Coaching?

En la sociedad actual, el crecimiento personal y profesional se ha convertido en un aspecto esencial de nuestras vidas. Para ayudar a las personas a alcanzar sus objetivos y mejorar su rendimiento, existen dos campos como poderosas herramientas: la psicología y el coaching. Aunque existe un solapamiento entre ambos, difieren en sus enfoques y metodologías. El coaching aplica conceptos y teorías psicológicas a casos concretos, centrándose en fomentar la apertura, la creatividad y el crecimiento personal. En este artículo, exploraremos la relación entre la psicología y el coaching, sus diferencias, orígenes, beneficios y áreas de estudio. Así pues, vamos a sumergirnos en el fascinante mundo de la psicología y el coaching.

¿Qué es el Coaching?

El Coaching es un enfoque del desarrollo personal que trabaja para guiar a las personas hacia sus objetivos, utilizando teorías y conceptos psicológicos, pero guiando al coachee (cliente) a sacar sus propias conclusiones, para alcanzar determinados resultados. Es un enfoque que se centra en el presente y el futuro (utilizando el pasado para buscar recursos que puedan volver a ser útiles), ayudando a las personas a reconocer y superar cualquier obstáculo que les impida alcanzar su máximo potencial. En pocas palabras, el coaching consiste en ayudar a las personas a convertirse en su mejor yo, profesional y personalmente.

El coaching se distingue de la psicología  en que no es una ciencia reconocida, y no está regulado. Su práctica no requiere educación formal ni acreditación. A pesar de ello existen entidades de prestigio como la Universidad Autónoma de Madrid y entes internacionales como la ICF que certifican a coaches profesionales. Por otro lado la psicología se ocupa de comprender las causas profundas del comportamiento humano, mientras el coaching se centra en ayudar a las personas a realizar cambios positivos en sus vidas. Los coaches utilizan diversas técnicas y herramientas para ayudar a las personas a lograr sus objetivos, como la visualización, la fijación de objetivos y la responsabilidad.

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Coaching o terapia ¿Cuál me conviene?

¿Para qué sirve el coaching?

Uno de los principales beneficios del coaching es que fomenta la toma de conciencia sobre los propios patrones de pensamiento, emoción y comportamiento; la creatividad y el crecimiento individual. Trabajando con un coach, las personas pueden adquirir nuevas perspectivas sobre sus vidas y encontrar nuevas formas de pensar y comportarse. El coaching también puede ayudar a las personas a desarrollar nuevas habilidades, reforzar sus relaciones y aumentar su confianza en sí mismas. Es una potente herramienta para el crecimiento personal y para alcanzar el éxito en la vida personal y profesional.

El origen del coaching está enraizado en la filosofía, pero también incorpora conocimientos y técnicas, que proceden de diversas ramas psicológicas, como la psicología positiva, la psicología cognitiva y la psicología conductual. Los coach utilizan estas teorías y conceptos para ayudar a las personas a reconocer sus puntos fuertes y débiles, creencias y bloqueos, así como establecer claramente objetivos y diseñar planes de acción para acercarse a tales objetivos. Desde la máxima de que cada persona es única, completa y poseedora de todos los recursos necesarios, los coach pueden ayudar a las personas a realizar cambios positivos en sus vidas, mejorar su bienestar y alcanzar su pleno potencial.

¿En qué se diferencia el coaching de la psicología?

El coaching y la psicología son dos disciplinas distintas que comparten ciertos puntos en común. Sin embargo, existen diferencias esenciales entre ellas. El coaching emplea una metodología centrada en la progresión personal, que pretende ayudar a los individuos a realizar sus ambiciones y está ineludiblemente asociado a la acción. La psicología, en cambio, es una materia científica que escudriña el cerebro, los procesos psicológicos y el comportamiento y tiene una aplicación terapéutica. Aunque el coaching aplica principios y teorías psicológicas a determinadas situaciones, no se acepta como ciencia del mismo modo que la psicología.

Una variación clave entre el coaching y la psicología son sus metodologías. El coaching mira más al presente y al futuro, mientras que la psicología tiende a examinar el pasado para explicar el comportamiento actual. El coaching se esfuerza por ayudar a las personas a desarrollar las habilidades y la comprensión que necesitan para alcanzar sus objetivos. La psicología, por su parte, trata de identificar las causas fundamentales del comportamiento y los procesos mentales. Aunque existe cierto cruce entre ambas áreas, sus enfoques son bastante distintos.

Otra diferencia entre el coaching y la psicología es el grado en que se aceptan como ciencias. La psicología es una disciplina científica reconocida, con siglos de investigación y experimentos. Ha establecido teorías, técnicas y prácticas. El coaching, por el contrario, es un campo más reciente que aún no ha sido ampliamente reconocido como ciencia. Aunque el coaching se basa en muchos de los mismos principios y teorías que la psicología, aún está en proceso de crear su propio cuerpo de conocimientos.

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Áreas de la psicología y el coaching

Como hemos dicho, a pesar de ser procesos muy distintos, en su naturaleza. En la psicología el psicólogo es un experto que realiza un diagnóstico, y ofrece soluciones terapéuticas. Y en el coaching el experto es el cliente (sobre su propia vida), y el coach le ayuda a tomar conciencia y desarrollar planes de acción. Pero se solapan en ciertos temas, que podrían ser trabajados desde la psicoterapia o desde el coaching. El límite es claro: El coaching no sirve para tratar enfermedades mentales, que siempre serán tarea de los profesionales de la salud, como psiquiatras y psicólogos.

Vamos a diferenciar para que tipo de temas debemos acudir a un psicólogo, para cuales a un coach y cuales podrían ser trabajados con ambos:

Tratamiento de enfermedades mentales

Este es terreno exclusivo de psicólogos y psiquiatras. Una persona en tratamiento, podría realizar un proceso de coaching para conseguir resultados en un tema concreto, pero no para tratar su enfermedad.

Temas puramente prácticos:

En este caso, este sería terreno de un coach. Si me presento en la consulta de un psiquiatra pidiéndole que me ayude a desarrollar un plan para aprender inglés, o montar una nueva empresa, es psicólogo quedará bastante sorprendido.

Temas de carácter emocional

En ausencia de una enfermedad, pero tratando temas de un fuerte contenido emocional, es dónde podríamos elegir entre trabajar desde el coaching o desde la terapia. Por ejemplo, mejorar la autoestima, mejorar las relaciones con determinadas personas, o superar miedos y bloqueos.

¿Cómo me ayuda el coaching?

El coaching es un poderoso medio de superación personal, que proporciona un sinfín de ventajas. Quizá el beneficio más esencial del coaching es que genera una atmósfera sin prejuicios en la que los clientes pueden expresarse libremente, contemplar sus emociones y pensamientos, y liberar su potencial imaginativo. En el coaching, el cliente es mucho más protagonista. El coach no te dará sus soluciones (como si hará un psicólogo), te acompañará a encontrar las tuyas propias. Esto conduce a una mayor sensación de control y crecimiento de la autoestima.

Las conclusiones o “insights” serán propios, lo cual los hace potencialmente más poderosos que cualquier opinión de un tercero. El coaching, puede tener un impacto positivo en todas las facetas de la vida, más allá de aquella donde se centre el proceso. Los aprendizajes sobre uno mismo, suelen ser aplicables en otras areas. Además, el coaching permite a las personas reconocer y vencer creencias limitantes y comportamientos autodestructivos, que pueden ser obstáculos importantes para hacer realidad sus ambiciones.

Además, el coaching se centra en el progreso personal. Los coach colaboran con los clientes para diseñar objetivos específicos y trazar un curso de acción para alcanzarlos. Esto anima a las personas a mantenerse motivadas y responsables, y a avanzar hacia los resultados deseados. Además, el coaching proporciona un entorno de apoyo y aliento que fomenta el crecimiento y el desarrollo individuales. A través del coaching, los individuos pueden adquirir una mayor comprensión de sí mismos, de sus valores y de sus aspiraciones, y pueden aprender a realizar cambios constructivos y significativos en sus vidas, que les ayuden a desarrollar su máximo potencial.

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Orígenes del coaching

Si bien, el primer antecedente del coaching lo encontramos en los diálogos socráticos, el coaching actual tiene sus raíces en el atletismo, como práctica diseñada inicialmente para mejorar el rendimiento de los atletas. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que la profesión se adaptara para servir a una base más amplia, incluidos los campos de la empresa y el crecimiento individual. Tras la creación en la década de 1970 de la primera escuela de coaching en Estados Unidos, la práctica ha seguido desarrollándose, dando lugar a diversos enfoques y técnicas para satisfacer las necesidades únicas de los clientes.

Ahora, el coaching está ampliamente reconocido como una valiosa herramienta para el desarrollo personal y profesional. Tanto las personas como las organizaciones confían en él para que les ayude a lograr sus aspiraciones y alcanzar su máximo potencial. Basándose en ideas de la filosofía, la psicología positiva, la terapia cognitivo-conductual y la neurociencia, el coaching se centra en ayudar a las personas a identificar y superar los impedimentos que bloquean su camino, y las instruye en las aptitudes y métodos necesarios para el éxito. Ha superado sus inicios en el ámbito deportivo para convertirse en un poderoso instrumento de crecimiento personal y profesional. A día de hoy, los mayores clientes de coaching son las grandes corporaciones, las cuales no suelen invertir su dinero, si no reciben beneficios medibles.

Conclusión

En conclusión, aunque el coaching y la psicología comparten temas de estudio comunes como los pensamientos, las emociones y los comportamientos, difieren en su método y los temas a tratar en los procesos. El coaching es una metodología centrada en el cliente. Buscando su desarrollo personal, aplica conceptos y teorías psicológicas a casos concretos, promoviendo la apertura, la creatividad y el desarollo de habilidades propias. Las herramientas del coaching derivan de distintas áreas, entre ellas la psicología y se desarrollaron originalmente para mejorar el rendimiento de los deportistas. En general, el coaching puede ser una herramienta beneficiosa para el crecimiento y el desarrollo personal y profesional, y comprender sus orígenes y su relación con la psicología puede ayudar a las personas a tomar decisiones informadas sobre su propio crecimiento personal y profesional.

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