¿Se puede meditar Caminando?
Solemos asociar la idea de alguien meditando, a una persona sentada con los ojos cerrados. Probablemente en una postura, con las piernas cruzadas, imposible de ejecutar correctamente, para la inmensa mayoría de los occidentales. ¡Ah! Y haciendo cosas raras con los dedos. Sobre las posturas, ya hablamos en este otro artículo. Las “cosas raras con los dedos” se llaman mudras y se utilizan, en todo caso, en meditaciones de Yoga, no en las de conciencia plena, que son las más extendidas. Pero la realidad es que se puede meditar de pie, e incluso meditar caminando. Ni estar sentado con los ojos cerrados es sinónimo de meditar, ni lo contrario significa que no estemos meditando.
Otras formas de meditar
La clave de la meditación de conciencia plena, es la de prestar toda la atención a las sensaciones del momento presente. Sensaciones corporales, sonidos, emociones, incluso pensamientos. Nada impide aplicar la conciencia plena a cualquier postura, o actividad. Ahora incluso entre las meditaciones formales, provenientes de las distintas tradiciones, existen muchas que no cumplen el patrón de “sentado, quieto y ojos cerrados”. En la meditación Zen y Midfulness, se permite realizar todos los ejercicios con los ojos abiertos. Existen incluso meditaciones basadas en la observación de un objeto. Existen meditaciones de pie, como la “meditación del guerrero”. Y en las distintas ramas de la tradición budista, se utilizan mucho las meditaciones caminando.
¿Para que sirve la meditación caminando?
Meditar caminando, es uno de los ejercicios, que pueden ir ayudando a traer el estado de conciencia plena, a la vida cotidiana. En las meditaciones sentados, aprendemos a desarrollar esa habilidad, pero es en la vida diaria donde realmente es útil. Meditar mientras realizamos actividades regulares, es un puente entre las “sentadas” y el día a día. En los retiros de silencio, donde meditamos hasta 8 horas al día, intercalar “sentadas” con meditación caminando, ofrece un impagable alivio a las piernas y espaldas doloridas. Pero hay algo más, tremendamente valioso en la meditación caminando. Podemos aplicarla en muchas situaciones distintas, incluso aprovechar trayectos que igualmente teníamos que hacer, para realizar una pequeña práctica.
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¿Cómo se medita caminando?
La instrucción principal es poner la atención en las sensaciones de cada paso, observándolas con curiosidad, como si fuese la primera vez. Sentir los músculos que se tensan, los que se relajan, como actúa el equilibrio. Sintiendo el suelo bajo los pies, las distintas superficies, como cada paso es único. Se puede incluso coordinar la cadencia de inspiraciones y expiraciones, con los pasos. Podemos observar el paisaje, escuchar los sonidos, pararnos, esquivar obstáculos, etc. Como en cualquier otro tipo de meditación, el objetivo es mantener la atención en el presente. Los pensamientos surgirán, tratando de arrastrarnos al futuro o al pasado. Debemos dejarlos ir, sin más. Y cada vez que consigan distraernos, y nos demos cuenta, traemos la tención de vuelta a las sensaciones del caminar, sin enfadarnos o castigarnos por la distracción.
Ejercicio de meditación caminando
ahora, salir a meditar caminando, sin un ejercicio fijado y no pasar todo el tiempo distridos, es muy difícil. Los ejercicios clásicos de meditación caminando, como los que realizamos en los retiros de silencio, se realizan muy despacio. Al caminar despacio, de manera muy deliberada y mirando al suelo, nuestro paseo no se va a ver muy natural. En la tradición Zen, las meditaciones caminando se suelen realizar en grupo, y con una postura específica en los brazos, que puede resultar también llamativa. En cambio, el ejercicio que os proponemos a continuación, está pensado para realizar a velocidad normal, y sin dar ninguna muestra externa de estar meditando, o haciendo nada que otros puedan considerar extraño. Puedes aprovechar literalmente cualquier paseo, o cualquier trayecto, para realizar una práctica. Os comparto mi ejercicio personal, lo desarrollé para mi mismo y he disfrutado mucho de él. Espero que también os resulte beneficioso.