Olvidarse de su propia felicidad y trabajar en cambio en su compasión. Practicar meditación en compasión, y aplicarla diariamente como forma de vida. Esto le bastó a Matthieu Ricard, para granjearse el título de “Hombre más Feliz del Mundo”
Un Monje budista que colabora con la ciencia
Matthieu Ricard, un monje budista francés, ha cautivado la atención occidental no solo por su profunda conexión con la espiritualidad, sino también por su inusual título: “El hombre más feliz del mundo”. Fue la BBC quien lo “bautizó” tras un estudio científico en la Universidad de Wisconsin, donde se sometió a una serie de pruebas que revelaron una actividad cerebral fuera de lo común.
El Dalai Lama, líder espiritual y defensor del diálogo entre la ciencia y la sabiduría ancestral, ha colaborado estrechamente con la comunidad científica. Es en gran parte gracias a esta colaboración, que la ciencia ha podido validar los efectos de la meditación y otras practicas budistas. Este vínculo condujo a que Ricard se convirtiera en un puente entre dos mundos aparentemente dispares: la espiritualidad y la ciencia.
Medir la felicidad en el cerebro
En un intento por comprender los niveles de felicidad, los investigadores de 𝐥𝐚 𝐔𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞 𝐖𝐢𝐬𝐜𝐨𝐧𝐬𝐢𝐧, realizaron un estudio en el que colocaron 256 electrodos en el cráneo de Matthieu y el resto de participantes. Y los sometieron a un aparato de imágenes funcionales por resonancia magnética nuclear (fMRI). Descubrieron que la corteza cerebral prefrontal izquierda de Ricard mostraba una actividad excepcionalmente alta, asociada con emociones positivas. Esta actividad cerebral, medida en una escala de +0.3 a -0.3 (donde -0.3 se considera un nivel de felicidad notable), mostraba resultados de -0.45, desconcertando a los científicos al ser un nivel sin precedentes.
¿Yo el hombre más feliz del mundo? "Yo ni siquera entreno la felicidad... ¡Entreno la compasión!
El hombre más feliz del mundo según la BBC
La BBC lo proclamó como “El hombre más feliz del mundo”, una etiqueta que Ricard consideró trivial y hasta cuestionable. Su respuesta ante tal afirmación es reveladora: “¿Han evaluado a todas las personas del mundo? ¡Ni siquiera entreno la felicidad, entreno la compasión! “La compasión, piedra angular de la filosofía budista, parece ser el secreto detrás de este fenómeno. ¿Cómo es posible que un monje entrenado en compasión supere todas las expectativas en un estudio sobre felicidad?
La compasión, más que un sentimiento
La compasión no es simplemente un sentimiento; es una práctica arraigada en la comprensión profunda del sufrimiento humano y la voluntad de aliviarlo. Ricard ha dedicado años a entrenar su mente en esta cualidad, cultivando una disposición mental que trasciende la felicidad efímera y se enfoca en el bienestar de los demás.
Su camino espiritual lo ha llevado a integrar la meditación y la compasión en cada faceta de su vida diaria. Esta devoción no solo lo ha transformado a nivel personal, sino que también ha dejado una huella indeleble en la ciencia moderna, desafiando las concepciones convencionales sobre la felicidad y la mente humana.
"La verdadera fuente de la felicidad no está fuera de nosotros, sino que reside en la paz interior de la mente."
Compasión y felicidad
El estudio de Ricard no solo ha proporcionado una ventana a la comprensión de la felicidad desde una perspectiva científica, sino que también ha planteado preguntas fundamentales sobre la naturaleza misma de la emoción humana. ¿Es la felicidad un estado que puede ser cuantificado y medido? ¿O es más bien un concepto subjetivo que varía según las experiencias y las percepciones individuales?
La capacidad de Ricard para generar un nivel de felicidad extraordinario no solo despierta la curiosidad científica, sino que también abre un debate filosófico profundo sobre la naturaleza de la felicidad y su relación con la compasión y la práctica espiritual.
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¿Qué es la felicidad?
Este excepcional monje budista no solo desafía nuestras nociones preconcebidas sobre la felicidad, sino que también nos invita a reflexionar sobre el poder transformador de la mente humana. Su ejemplo nos recuerda que la felicidad verdadera no reside en la acumulación de bienes materiales o logros externos, sino en la cultivación de cualidades internas como la compasión, la gratitud y la bondad hacia los demás.
Su legado nos desafía a cuestionar nuestras percepciones limitadas sobre la felicidad y nos guía hacia un viaje interior, hacia la comprensión de que la felicidad auténtica puede encontrarse en la práctica diaria de la compasión, la conexión con los demás y la búsqueda de un propósito más elevado en nuestras vidas.
"La compasión es el fundamento de la felicidad. Si queremos ser felices, todos tenemos que ser felices."
La meditación en compasión funciona
Este y otros muchos estudios, en los que se mide a tiempo real la actividad cerebral de monjes y lamas demuestran indiscutiblemente, que las practicas de meditación en compasión, Metta o “Loving Kindness” funcionan. Los niveles sobrenaturales de actividad, que los practicantes experimentados consiguen en área cerebrales relacionadas con la empatía o con los sentimientos positivos, lo dejan fuera de toda duda.
También son un ejemplo clarísimo del efecto de la plasticidad cerebral. Entrenamos ciertas áreas del cerebro, evocando los sentimientos relacionados con las mismas, y estas aumentan su actividad enormemente.
Si tú también quieres probar, te invitamos a realizar este ejercicio de meditación en compasión guiado.
Si te interesa la meditación en compasión o Metta, te encantará la tecnica tibetana de Meditación Tonglen.